Grivna vikingo.
-¡Cuidado Jorgen!, lo estás vertiendo.
– ¡Soy grabador!, no un iarnsmidhr (forjador). No va a quedar como los grivnas de Novgorod pero si tendrán el mismo peso cada pieza-
Jorgen era un erilaz, un grabador de runas con un oficio heredado de su padre. Egil, era el forjador de Öland desde siempre, pero llevaba días sin salir de su frykat tras la rotura de su muñeca. Helga, su mujer, no le permitía salir ni diez minutos.
Jorgen hacía lo que podía. Pero no conseguía adecuar las medidas del cazo al hueco de la piedra de vertido. Echaba plata de más y se vertía.
-Si sigues así no llegaremos ni a tres grivnas- Le dijo Haakon desesperado.
-Yo no tengo la culpa de que no haya más dirhams que fundir. Eran suficientes según el hersir.
El hersir era Sven. Comandante del pueblo. Y en la última incursión no parece que tuvieran el éxito de anteriores campañas, aunque intentara convencer a todos de ello.
-Bueno. Haremos buen félag con esta cantidad. Nos llegará para comprar cebada y centeno para el invierno- Comentó Haakon.
-No esperéis tres lunas, los daneses nos están dejando sin nada- dijo Jorgen. Y he oído que el mercado de Hedeby está casi sin suministros tras la visita de los pueblos de Gotia.
-Seis colmillos y 80 pieles de ardilla no nos darán para pasar el invierno- dijo Haakon señalando el almacén donde reposaban ya embalados los cuerpos descuartizados de tres morsas y el resto de pieles. -Así que no desperdicies la plata o no podré traer nada-
-Bien. Pero no esperéis. No quiero pasar otro invierno sin cerveza-
Grivnas.
El grivna es una antigua unidad de medida usada en los países eslavos. La palabra deriva del proto-eslavo “grivĭna” que literalmente significa collar.
Su peso no era uniforme, ni tampoco su forma. Variaba con la región.
Los grivnas de las regiones de Novgorod y de Pskov eran lingotes alargados de bordes redondeados. Con un peso de 204 gramos.
Los grivnas de Kievan tenían una forma geométrica romboidal. Más planos y achatados. Con un peso entre 140-165 gramos.
Aunque también se hicieron de oro, eran mayoritariamente de plata.
La plata fundida (generalmente de joyas y monedas obtenidas en saqueos) era vertida en los moldes de piedra para luego sumergirlos en agua.
1 grivna de plata (204 g) = 4 grivnas de kuna (51 g) = 80 monedas nogata (o dirhams) = 100 kunas (pieles de marta) = 400–600 vekshas (pieles de ardilla)
Aunque el grivna era originario de Rusia y los países eslavos, era utilizado por los pueblos nórdicos como elemento para la comercialización. El dirham árabe fue una de las monedas más fundidas por los pueblos escandinavos. Incluso se usaban directamente al peso para intercambios comerciales pequeños.
Entre los países eslavos su uso fue extensivo hasta el Siglo XIII, donde el denga y rubl comenzaron a sustituir el uso de las pieles y grivnas de plata fundida para el comercio. Y el grivna quedó únicamente como unidad de medida hasta nuestros días.
Los países nórdicos comenzaron a usar moneda a imitación del pfennig germánico y el penny anglosajón desde el siglo XI.
Pero eso es otra historia.
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