Ruhr und Rhein
Ruhr und Rhein
La moneda de los millones.

 

Helmund estaba sentado cerca del fuego. A su lado, junto a su mesa, tenía un pequeño fajo de billetes de 5 y 10 marcos que iba soltando lentamente hacia el fuego.

De uno en uno, de forma pausada.

Tenía la mirada fija en el fuego. Pensaba.

Sus manos ya no tenían la fuerza de antaño. Sus temblorosos y huesudos dedos sujetaban cada billete hasta que sentían su calor, y los soltaba.

Si su mujer aun estuviera viva le habría gritado que estaba loco por quemarlos.

-Eso, destrózalos. ¡Quémalos como has quemado tu vida en la mina!- Le diría exaltada.

Pero su mujer tenía Alzehimer. Y en sus últimos años de vida no habría entendido por qué los quemaba, aunque se lo hubiese explicado mil veces. O cien mil.

-Los uso para darnos calor, Alma- Le habría dicho serenamente… Varias veces.

El invierno en Ruhr und Rhein es duro. Y lo es más cuando te ha tocado vivir las consecuencias de una enorme derrota para tu país.

Ayer se han cumplido cinco años desde el fin de la guerra. Y todo ha ido a peor. Hoy es 12 de noviembre de 1923, pero parece que nos hayamos retrotraído en el tiempo mil años.

Esos marcos que Alma y yo fuimos ahorrando durante toda nuestra vida ahora no servían ni para calentar debidamente el fuego. 56 años trabajando en una mina de carbón para no tener hoy ni un solo gramo que echar al fuego. Qué ironía.

¿Qué porqué los quemo? Porque ya no tienen ningún valor. Albert, el del ayuntamiento, me lo ha dicho por tercera vez esta semana. Que si tengo no-se-cuantos millones lo podría cambiar por un dólar estadounidense. Por eso los quemo. Porque ya no me queda nada.

Y, además, hoy perdí también mi esperanza.

Llevábamos acudiendo al ayuntamiento varios días. Dijeron que nos entregarían recursos pronto. Que el gobierno Weimar había solucionado nuestro problema. Que llegaban millones para Ruhr.

Y efectivamente. Millones nos han entregado. Concretamente Albert nos ha entregado esta mañana a los que hemos acudido 7.000 millones de marcos a cada uno.

Se podría decir que soy millonario.

Millonario de penurias.

Albert debe pensar que estas chapas que me ha dado podrán calmar nuestra hambre. Mil cien millones de marcos. Dos monedas de 500 millones cada una y otra de 100 millones es lo que he entregado a Berta, la panadera, por una barra de pan, a mi regreso a casa.

Tengo para comer siete días.

Muy bonitas monedas, pero al menos el papel prende.

Notgeld.

 

Uno de los tipos de dinero de los que se nutre Wolcoin a la hora de establecer un criterio de “enclaves emisores de moneda propia” es el de «moneda municipal».

Este tipo de moneda ha tenido su máxima expresión durante las épocas de escasez de moneda estatal. Y, en este sentido, la guerra y su consecuente hiperinflación siempre ha sido el principal detonante y causante de estas prácticas.

Encontramos moneda municipal en Inglaterra, España, Francia, Alemania,… Pero quizás es en este último, y durante el periodo de entre guerras en siglo XX, donde se produjeron mayor variedad de ellas.

La moneda de la imagen es de 50 millones de marcos, acuñado por el gobierno alemán de Weimar en 1923. 

Tras la finalización de la Primera Guerra Mundial, Alemania no podía pagar la deuda impuesta por los aliados en el Tratado de Versalles. Los alemanes, desesperados, imprimieron cada vez más billetes, lo que provocó que el marco perdiera cada vez más su valor.

Al depreciarse, se comenzó a exigir el pago de la deuda en especie, como por ejemplo el carbón. Ruhr und Rhein era una ciudad próspera por su manufactura de carbón. En enero de 1923, las tropas francesas y belgas ocuparon la región industrial y productora de carbón del Ruhr. La producción y el transporte se paralizaron, lo que se sumó a la crisis financiera y la hiperinflación. Para ese noviembre, el dólar estadounidense estaba valorado en más de 4 billones de marcos (como decía Albert)

Este tipo de monedas nacidas de la hiperinflacción, al igual que las producidas años atrás durante la época de la escasez del metal (notgeld), están bien catalogadas en el catálogo alemán «Die deutschen Notmünzen».

Las monedas de inflación como esta de Ruhr und Rheine no se consideran monedas oficiales como el notgeld de la Primera Guerra Mundial y su postguerra inmediata. En concreto, estas se emitieron específicamente para apoyar la lucha del Ruhr contra la ocupación francesa y belga de la zona, y eran entregadas como premios o recordatorios.

Denominaciones.

Se emitieron en 3 denominaciones: 50 millones, 100 millones y 500 millones de marcos.

Cada moneda tenía 33 mm de diámetro y estaba acuñada en latón.

Las monedas de 100 millones de marcos tenían un delgado revestimiento de plata, y las de 500 millones de marcos, de oro.

El monograma GK en el anverso hace referencia al escultor berlinés Georg Kolbe, quien diseñó las monedas.

Las tétricas imágenes de la mitología griega representadas en las monedas simbolizan la difícil situación del pueblo alemán. El anverso tiene un niño torturado en una llama eterna; Prometeo, el dios del fuego está en el reverso. Según la leyenda, Prometeo enfureció a Zeus al robar el fuego y dárselo a los humanos. Como castigo, fue encadenado a una roca donde un águila gigante vendría todos los días para arrancarle y comerse el hígado, que se cree que es el asiento de las emociones humanas. Sin embargo, debido a que era un titán, volvía a crecer todas las noches. Esa es la escena representada en la moneda.

Las tres denominaciones son comunes, aunque los ejemplos sin circular con el baño de plata u oro intacto son cada vez más escasos.

Quizás sean las monedas de mayor valor facial emitidas, ¿o no? Descúbrelo en Wolcoin

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